La razón es muy simple, la cerradura invisible no se ve desde afuera. Y por tanto los delincuentes no tendrán forma de poder manipularla desde el exterior de la vivienda. Aunque sean muy habilidosos, y se conozcan todas las técnicas para poder manipular los cerrojos convencionales, a un cerrojo invisible no tienen acceso.
Con el paso de los años las cerraduras invisibles si han evolucionado en tecnología. Ahora podemos encontrarla con una gran variedad de sensores, como por ejemplo sensores para detectar que una puerta está siendo forzada. Esto aunque parezca sencillo hace que casi el 95% de los intentos de robos en viviendas sean evitados.
Ahora las cerraduras invisibles vienen con alarmas integradas, las cuales sirven para persuadir a cualquier chorizo amante de lo ajeno.
Las cerraduras invisibles al ser electrónicas seguirán evolucionando con el paso de la tecnología y la mayoría se podrán mejorar, así como vamos mejorando los sistemas que utilizan los PC de nuestras viviendas, muchas veces sin tener que cambiar todo el sistema completo, como sí tendría que hacerse con una cerradura convencional.